¿Cómo mejorar la calidad de comunicación en el hogar?
El Lic. Rafael Ramos A. nos comenta que cada miembro de la familia puede llegar a ver un mismo objeto y tener puntos de vista diferentes, a veces, con pocas posibilidades de acuerdo, por ejemplo: La hija que quiere tener novio y el padre que dice que no, o algo frecuente en las casa, la mamá que quiere que el esposo se haga cargo de cosas de los hijos y éste que dice no tengo tiempo, no puedo, pensemos en un adolescente que quiere ir a una fiesta y los padres piensan que no debe porque no les gusta sus amigos.
Para esto nos ofrece unos consejos sencillos de seguir:
Escucha: Este es el primer paso, es básico y esencial, escuchar no es solo es prestar atención a las palabras que dice el otro, sino también, es escuchar lo que yo escucho, eso es vital e importante, pues a veces las personas se concentran en lo “que creen que el otro dijo” y no en lo que realmente está diciendo.
Momento adecuado: Este es otro paso clave, muchas veces los padres, hijos, etc., hablan las cosas sin considerar si la otra persona está en un buen momento para escuchar.
Es importante que en este proceso, la persona tome en cuenta, algunos de estos pequeños y sencillos espacios, pero, que pueden evitar muchos conflictos:
Para esto nos ofrece unos consejos sencillos de seguir:
Escucha: Este es el primer paso, es básico y esencial, escuchar no es solo es prestar atención a las palabras que dice el otro, sino también, es escuchar lo que yo escucho, eso es vital e importante, pues a veces las personas se concentran en lo “que creen que el otro dijo” y no en lo que realmente está diciendo.
Momento adecuado: Este es otro paso clave, muchas veces los padres, hijos, etc., hablan las cosas sin considerar si la otra persona está en un buen momento para escuchar.
Es importante que en este proceso, la persona tome en cuenta, algunos de estos pequeños y sencillos espacios, pero, que pueden evitar muchos conflictos:
- “tengo algo importante que decirte”, podemos hablar ahora. Una pequeña pregunta como esta puede crear un mayor espacio de atención y una mejor disposición, de forma tal que ambas personas pueden llegar a determinar el momento adecuado para hablar.
- “mira, lo que estoy entendiendo de lo que me dices es….” Verificar, paso clave, es decir, antes de llegar a conclusiones, verifiquemos que es lo que el otro dice, a veces, lo que entendemos no corresponde a lo que el otro quiere decir, y esto hace que la persona no solo llegue a conclusiones erradas, sino que se pueden mover emociones como enojo, frustración y demás, que no necesariamente tendrían relación con lo que se está diciendo.
- “Siento en este momento con lo que me dices mucho……” Prestar atención a las emociones. Esto es básico, si en medio de una conversación empiezo a sentir mucho enojo, mucha tristeza, nervios y demás, detengamos un momento, comuniquémosle al otro, para que las emociones no impidan la fluidez. A veces hay que detenerse y decirle al otro, “espera, no sé qué pensar”, “dame un momento”, “prefiero continuar mañana”. Todo esto dando una razón: “necesito tiempo para pensar en lo que me dices”.